Déjame terminar

Mi esposa es diseñadora gráfica, para mi una de las mejores. Siempre que trabajamos juntos, le comunico la idea que quiero y ella empieza a crear. Al inicio no me gusta lo que va haciendo. Y le digo cosas como: "cielo si esa parte la pones más grande quizás se ve mejor". Siempre al decir eso me grita: ¡¡déjame terminar!! Esto es porque aunque no se ve bien al inicio, en su mente ella sabe cuando trabajar esa área y sabe que al final si se verá cómo se planificó o mejor.
Hoy meditando en eso pensé en las veces que le damos sugerencias a Dios respecto a cosas que queremos mejorar y me imagino a Dios gritándonos: ¡Déjame terminar! Yo tengo el diseño en mi cabeza. Yo sé en qué momento la mejora debe aplicarse. Aunque en el inicio no se ve bien, déjame hacer mi trabajo. Cuando concluya quedará mucho mejor de lo que imaginaste.
“¿No puedo yo hacer con vosotros, casa de Israel, lo mismo que hace este alfarero?--declara el SEÑOR. He aquí, como el barro en manos del alfarero, así sois vosotros en mi mano, casa de Israel.” Jeremías 18:6